I.E.S. ROQUE AMAGRO Un instituto de sobresaliente.
Cinco de las seis alumnas que han logrado las sobresalientes notas en la PAU.
El IES Roque Amagro, en Gáldar, ha celebrado por todo
alto las brillantes notas conseguidas por un grupo de alumnas en la PAU, con un
9 de nota media. Una de ellas obtuvo un 9,911 de nota
M. J. MONZÓN Están de un contento subido en estos días en el IES Roque Amagro de
Gáldar, y razones sobradas tienen para celebrarlo por los brillantes logros de
un grupo de seis alumnas del centro.
Patricia Moreno Jiménez, Bibiana Peña Bolaños, Elísabet Pérez Bolaños, Iris
Flores Sosa y Carmen Bolaños Montesdeoca acaban de recibir hace unos días las
notas de la Prueba de Acceso a la Universidad, la temida PAU, que las ha tenido
temblando todo el curso académico, y esas notas ha desatado la alegría colectiva
en el instituto galdense, ya que sencillamente, son espectaculares.
Las seis alumnas han superado el nueve de nota media en la PAU, un logro que en
el centro han querido festejar por todo lo alto, ya que el mismo deja claro la
magnífica tarea que año tras año realiza el claustro de profesores, y que en
muchas ocasiones pasa desapercibida ante una sociedad más preocupada del fracaso
escolar que en valorar el esfuerzo que realizan muchos estudiantes y que suele
dar frutos como el de estas alumnas.
En el IES Roque Amagro tienen claro que la senda que hay que seguir es la de
animar a los alumnos en el trabajo diario, y que también hay que reconocer sus
logros académicos.
Así, el pasado jueves organizaron un acto de reconocimiento a los alumnos de
ESO, Bachilleratos y Ciclos con mejor expediente académico durante el curso
2008-2009, al que asistieron alumnos, profesores y familiares, ya que lo bueno,
según los organizadores, hay que destacarlo y además, puede servir de ejemplo
para que los alumnos más despistados mejoren el próximo curso escolar.
Cabe destacar que entre los galardonados se contó con la presencia de tres
hermanos trillizos de 1º ESO que destacaron por su rendimiento en el estudio y
que quizás, cuando les llegue el turno, puedan superar las brillantes notas de
sus compañeras mayores.
Fue una noche de despedidas, ya que los alumnos de segundo de Bachillerato
emprenden una nueva vida en la Universidad, en la que se formarán para
prepararse en un futuro no muy lejano en las materias que elijan para encauzar
su vida profesional, pero seguro que nunca olvidarán al querido instituto en el
que se formaron y en el que aprendieron que vale la pena el esfuerzo. Sus notas
y su actitud son de un 10 rotundo.